RETO MÓDULO 1 - Reflexión sobre la desigualdad de género en la formación universitaria.

El reto de hoy consiste en presentar una reflexión sobre una noticia de prensa sobre una desigualdad de género. A mí me resulta particularmente de interés, la brecha de genero existente en el número de mujeres que se deciden a estudiar una carrera de Ciencia, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas, también conocidas como las carreras «STEAM».

La noticia en cuestión se publicó en El País, el pasado día 24 de julio de 2022, y lleva por título «La brecha de género sale muy cara».

Esta noticia informa sobre el evento «Talento femenino: liderazgo para la transformación social», celebrado el 12 de julio de 2022, y que contó con la presencia de:


  • Teresa Riesgo, secretaria general de Innovación del Gobierno de España.
  • Mercedes Coghen, vicepresidenta de la Real Federación Española de Hockey.
  • Paloma Domingo, directora adjunta de la Fundación General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
  • Fina Llados, directora general de Amgen para España y Portugal y vocal de la Junta Directiva de Farmaindustria.
  • Rafif Srour, vicedecana de Programas en IE University.
  • Pilar Toboso, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Madrid y directora del Instituto Universitario de Estudios de la Mujer (IUEM).


En síntesis, esta noticia presenta un somero análisis del impacto de la brecha de género en España, en términos socioeconómicos, y sanitarios. Los datos principales que se mencionan revelan que la desigualdad de género representa 214.000 millones de euros, aproximadamente, que equivalen al 19 % del Producto Interior Bruto del ejercicio 2020.

Además, se incide en que las mujeres representan el 51,4 % de la población activa. Sin embargo, su contribución apenas alcanza el 42 % de la riqueza generada.

En lo atinente a la formación universitaria, las diferencias de género adquieren mayor gravedad. Por ejemplo, en palabras de Paloma Domingo,

«las mujeres que deciden estudiar algún tipo de ingeniería van disminuyendo conforme avanza la formación»

porque

«creen que no son suficientemente buenas para estudiar matemáticas».

Más del 55 % de los universitarios españoles son mujeres. Sin embargo, el porcentaje de alumnas matriculadas en carreras de ingeniería se sitúa en el 13 %, según un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos.

A mi juicio, convendría analizar pormenorizadamente el número de hombres y mujeres matriculadas en cada ingeniería, ya que podríamos llevarnos alguna que otra sorpresa. Por ejemplo, en la extinta carrera de Ingeniero Agrónomo, en el curso 1997/98, los alumnos matriculados eran mayoritariamente hombres. Sin embargo, a partir del curso 2001/2002, se invirtieron las tornas, ya que el porcentaje de alumnas era prácticamente del 60 %.

Entonces, ¿la socialización diferencial de niñas y niños está en el origen de las desigualdades de género analizadas? Para responder a esta pregunta, convendría responder, en primer lugar, a la pregunta ¿Por qué no hay más mujeres ingenieras a pesar de que ellas han obtenido, y obtienen, las mejores notas en la prueba de acceso a la universidad?

Posiblemente, la respuesta esté relacionada con determinados estereotipos asociados a determinadas carreras; la falta de referentes femeninos; y un marcado estigma social. De lo contrario, no resulta fácil explicar, en términos sociológicos, por qué los mejores expedientes, en su mayoría femeninos, prefieren carreras de Ciencias de la Salud, Humanidades y Ciencias Sociales.

Entre los niños de la etapa de infantil y primaria, existen ciertos estereotipos muy marcados que dificultan a las niñas decantarse por este tipo carreras. Podemos afirmar, sin ruborizarnos, que las decisiones que se toman a estas edades, se basan, en mayor o menor medida, en los estereotipos proyectados en el cine, con los que uno se identifica. En definitiva, los culpables somos nosotros (el entorno, los medios de comunicación, los familiares, los profesores, …) que estamos detrás, enviando mensajes equivocados sobre determinadas profesiones.

¿Qué estrategias se podrían poner en marcha para acabar con las desigualdades de género en este ámbito?

Pensaréis que unas cuantas o muchas. Sin embargo, la mayoría serían tiritas que no conseguirán parar la hemorragia. En mi opinión, la mejor estrategia es la educación en libertad, en igualdad de condiciones, y trabajar, desde la infancia, en educar a las niñas para que tengan un conocimiento profundo de lo que supone estudiar una ingeniería o la carrera de matemáticas o física. Si no, correremos el riesgo de que las niñas quieran ser lo que les dice la televisión, porque es lo único que les resultará familiar, descartando lo que desconocen.

Comentarios

  1. Me parece muy interesante tu aportación. Como ingeniera informática y conocedora de la situación nos preocupa mucho esta situación . Cuando yo estudie, año 1992 , en la escuela habia igualdad en el porcentaje, poco a poco ha ido disminuyendo. Con la particularidad que los profesores, son ingenieras informáticas en su mayoria y los alumnos son hombres. No sabemos porque ha ido disminuyendo en tal magnitud el interés de las mujeres por las TIC , cosa que deberia ser estudiada en profundidad, ocurre en todos los paises desarrollados, y afectará al sector laboral y tic en el futuro, máxime teniendo en cuenta que la unica restricción para iniciar los estudios es la calificación final, y las mujeres se decantan por otros estudios en que la nota media de admisión suele ser más exigente.
    Por lo demás estoy muy de acuerdo con las estrategias que planteas.

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