RETO MÓDULO 2 - Dolores Soria Zapatero.

Buenas tardes.

Para la realización del reto del módulo 2, he optado por centrarme en el municipio de Pinto, centro geográfico de la península ibérica, y donde he crecido y estudiado, y resido actualmente.

Siempre me ha llamado la atención las personas ilustres que dan nombre a numerosas calles y avenidas de Pinto. Por ello, en el reto de esta semana, he decidido fijarme en una de las mujeres históricas más queridas y recordadas de Pinto.

Si continuáis leyendo, entenderéis por qué.

Dolores Soria Zapatero: madrileña de nacimiento, pinteña de adopción.

Dolores Soria Zapatero nació en Madrid, en 1864, y vivió casi toda su vida en Pinto. Su familia materna tiene un gran arraigo con el municipio de Pinto. No en vano, su bisabuelo, don Manuel Máximo Zapatero y Jordán, fue alcalde de Pinto desde 1857 a 1862.

Posteriormente, el 16 de febrero de 1921, Dolores murió en Madrid, a la edad de 57 años. En su testamento, entre otras cosas, donó fondos para «crear en Pinto un asilo para diez ancianas pobres sexagenarias».

También pidió en su testamento que sus restos fuesen trasladados al cementerio católico de Pinto, donde reposan en un panteón junto a sus padres y abuela.

Biografía breve de Dolores Soria Zapatero.

Dolores Soria heredó una gran fortuna familiar y no tuvo descendientes. Fue una mujer piadosa, que no dudaba en ayudar a las personas que lo necesitaban. El 5 de octubre de 1916, firmó un testamento en el que donó toda su fortuna y su patrimonio, con el fin de que se empleara para construir y mantener el asilo de Santa Rosa de Lima para mujeres ancianas pobres. Estableció así la fundación del «Asilo de Santa Rosa de Lima».

Dolores también dejó testamentado que cada año se diera otra parte del dinero para mejorar los colegios de Pinto y para arreglar el pueblo. Hoy en día, su ayuda sigue llegando al municipio, a través del Patronato San Pedro y Santa Rosa de Lima. En definitiva, la ciudadanía de Pinto quiso agradecer su inestimable ayuda e infinita generosidad, poniéndole su nombre a uno de los paseos más importantes de Pinto, y a una residencia de ancianos.

La cláusula 14ª del testamento de Dolores Soria dice así:

«Teniendo en cuenta lo beneficioso que es un Establecimiento para aquellos seres que por su avanzada edad no puedan proporcionarse el sustento necesario, dispone la referida señora testadora que para sus testamentarios y sin intervención de autoridad alguna civil, judicial o eclesiástica, que desde luego prohíbe absolutamente, se proceda, previas las formalidades que la ley determine, a la fundación de un asilo para diez pobres sexagenarias que se titulará “Asilo de Santa Rosa de Lima”, constituyéndose con arreglo a los Estatutos, se constituya en esta villa de Pinto y en la casa de su propiedad situada en la calle del Egido de la Fuente número trece, la cual reúne las condiciones necesarias de salubridad para esta clase de establecimiento y por lo tanto puede instalarse en  la misma con poco gasto, teniendo en cuenta que no necesitan lujo, sino por lo contrario modestia, decencia y buena administración que es lo importante».

Contribución de Dolores Soria Zapatero a una sociedad más justa e igualitaria.

Como he mencionado previamente, gracias a la generosidad de Dolores, la primera residencia pública de ancianos vio la luz. A partir de ese momento, es cuando Dolores decidió crear la fundación, con el fin de garantizar a los ancianos de Pinto una residencia digna, que les permitiera pasar los últimos años de sus vidas en las mejores condiciones y con la mayor gratuidad posible.

De esta forma, su contribución para las generaciones futuras quedó escrita, a través de su testamento, en el que aseguraba unas mínimas reglas del juego y se confiaba en la buena fe de los políticos, contribuyentes del municipio y juez de paz para que su voluntad fuera cumplida y, en consecuencia, los mayores de Pinto tuvieran el tratamiento que la testadora entendía lo más justo posible.

Para tal fin, Dolores no dudó en poner en manos de los gestores públicos un importante patrimonio compuesto por dos edificios en Madrid, que serían una importante fuente de ingresos.

Es de decir, que hubo un tiempo, desde el fallecimiento de Dolores Soria en 1921 hasta que llegó la democracia municipal (1979), en el que se gestionó de manera eficiente y cumpliéndose ese fin, puesto que los dos edificios de Madrid aportaban los ingresos necesarios para el mantenimiento de la residencia, permitiendo una capitalización continúa sin depender de ingresos municipales.

Como conclusión, hay que decir que Dolores Soria se convirtió en una adelantada a su tiempo, al materializar el principio de igualdad entre las mujeres y los hombres de Pinto, hace más de un siglo. Con la creación de la primera residencia pública de ancianos, se logró que las mujeres pinteñas pudieran afrontar sus últimos años de vida, con menos incertidumbre, mejor cuidadas y atendidas, y acompañadas, al igual que los hombres. Sin duda todo un logro en aquellos tiempos.

La puesta en marcha de la fundación permitió que la residencia pudiera seguir dando cobertura a los mayores de Pinto, durante décadas. Aún hoy, en 2022, la residencia y la fundación siguen funcionando y reduciendo desigualdades.

Bibliografía.

https://seminariohistoriapinto.es/personajes/dolores-soria-zapatero/

https://www.ayto-pinto.es/documents/20912/33ee459b-88e7-44da-9bed-50a9bfc6fb11

«De Pinto, mi reina» (Mario Coronas Arquero).

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